Vía Crucis:
Para muchos, rezar hoy el Vía Crucis puede parecer anticuado, obsoleto, cosa de otros tiempos. Sin embargo, el significado profundo de eta oración es impresionante y urge recuperarlo. Se trata de seguir a Jesús, caminar tras sus huellas, acompañarlo en su camino, que, como él dice, es un camino de cruz (Mc. 8,34).
El Vía Crucis o camino de la cruz revive los últimos momentos de la vida de Jesús y nos introduce en el misterio de la salvación.
Suele ocurrir también que solo nos acerquemos al Jesús que camina hacia la cruz en el tiempo de Cuaresma o Pascua. Este trabajo intenta ir más lejos, pretende descubrir que el camino de la cruz es nuestro propio camino para seguir con fidelidad la voluntad de Dios. Por eso va más allá de unas reflexiones para Cuaresma: es una invitación a la oración personal y comunitaria en todo momento del año.
En el contexto actual de nuestra Iglesia , el Vía Crucis de Jesús se hace historia en el camino de un pueblo que busca su liberación. Desde los pobres de nuestra tierra, construyendo unidos la justicia y la paz, volvemos los ojos al tradicional camino de la cruz para retomar fuerzas y reencontrarnos con Jesús crucificado. Juntos a él, ponemos nuestra vida vida en las manos del Padre, Dios de la vida. Desde la cruz de Jesús, presente hoy en nuestro continente y en tantos otros lugares de este mundo sediento de justicia, afirmamos nuestra fe en la resurrección y la vida. Anunciamos con alegría y esperanza la presencia liberadora de Jesús entre nosotros. Encarnamos en el mundo el reino de Dios, los ansiados cielos y tierra nuevos, donde reine la justicia, la paz y el amor verdadero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario